Hedwig Kudo

Llegó el día. ¿Adiós o hasta pronto?

Muy buenas gente chachi. Espero que la semana pasada os fuera muy bien. En mi caso ha sido ir ordenando lo que tiene que terminar siendo este 2022 para mi y por ello, finalmente ya puedo venir con el futuro de este blog. Que para los que leáis estas líneas, posiblemente no os guste.

Más 1.0 que 2.0

En marzo os comenté que estaba pendiente de tener noticias de dos pruebas que he realizado. Una ha salido mal y la otra aún tengo opciones de que termine en buen puerto. Pues sigo en la segunda parte del proceso. Así que me ha hecho tener que plantearme qué hacer en lo que queda de 2022.

Y lo cierto que con la prueba que ha salido mal, me toca volver a ponerme con los estudios. Además visto que el ritmo que apliqué no ha sido suficiente y tengo que poner más horas, me ha tocado tomar la decisión de que las aventuras digitales tienen que llegar a su fin.

Económicamente el tiempo que hay que invertir no compensa y necesito ahora mismo poner todos los huevos en una cesta que me de garantías. Además el poco tiempo libre que tengo, prefiero dedicarlo a mi día a día y a la gente que ahora mismo tengo cerca.

No sé a vosotros, pero con lo vivido con la pandemia ahora que se vuelve a poder quedar y a tener planes no digitales, es algo que valoro mucho y que prefiero ahora mismo en los ratos libres que tengo utilizarlos para ellos, que estar maquinando qué escribir o compartir en redes sociales.

¿Qué sucede con las redes sociales?

Así que por ello, este blog no tengo intención de volver a actualizarlo. Sí, es su última entrada. Por el momento Twitter e Instagram los mantendré pero un nivel personal. De pasar cuando me apetezca o haya algo que compartir. Pues es cierto que tengo una nueva afición que aún no he compartido en público, pero la idea es ir poniendo materiales cuando los tenga por esos dos espacios.

Además que seguiré viendo series, películas y quiero estar al día del sector de los videojuegos. Con lo que mantener Twitter para ir comentando y compartiendo sobre esas cuestiones, veo sentido. Pero os aviso porque si sois contactos que hemos tenido una relación de dar visibilidad a vuestros proyectos, lamento comentaros que a partir de ahora esto no va a suceder.

Me duele porque sé que es un gesto que no cuesta nada, pero implica tener que dedicarle unos minutos diariamente a cada espacio. Y como os digo es algo que a partir de junio no voy a poderlo hacer. Pues me centraré en los estudios y en preparar la segunda fase de la opción que me queda encima de la mesa.

Gracias por todo

Gracias por estos maravillosos años y por el aprendizaje que he tenido con cada uno de vosotros. Este blog me ha hecho crecer muchísimo. He visto que sí hay muy buenas personas aunque nos quieran vender algo distinto. Y ha sido un honor compartir estos momentos con cada uno de vosotros.

Si tenéis Twitter y/o Instagram, os animo a buscarme con el usuario @HedwigKudo y mantener el contacto por esos espacios a partir de ahora.

¡Un abrazo, gente chachi!

Vivimos de nostalgia

Muy buenas gente chachi. No se a vosotros, pero llevo observando que desde hace un tiempo la nostalgia es un elemento bastante presente en mi día a día. Y esto me ha hecho tener unas reflexiones que me apetecen compartir con vosotros.

Como los tiempos pasados…

Es un factor que siempre relacionamos con la edad. Al pasar los años añoramos lo que hace unos años teníamos, las no preocupaciones… pero lo cierto es que creo que estamos en un momento en que casi todas las franjas de edad se vive la nostalgia.

Y es que sin duda es la secuela de la pandemia. Los cambios que a nivel social hemos vivido, han castigado más a los pequeños de la casa. Haciendo que quizás sean ellos los que vivan con más frecuencia la nostalgia. Pues aunque ya casi ha vuelto la normalidad, aún hay elementos fundamentales en ciertas etapas que no se han recuperado.

Pero además como dije la semana pasada en Twitter, sorprende a nivel de productos.

Reencontrarte con elementos del pasado que creías que no iban a volver, es una sensación extraña. Porque aunque no sea exactamente lo mismo, es inevitable tener la sensación que esos tiempos regresan a tu vida.

Nunca perder la mirada al futuro

También otro aspecto es ver la nostalgia como algo negativo. Pero creo que es una visión incorrecta porque incluso si se mira al futuro, es inevitable que algún eco del pasado esté presente. O al menos, yo lo he notado.

Muchas cosas que quiero tener ahora, es porque sé que en un pasado me hicieron feliz. Que eran elementos que me llenaban y que por tanto recuperarlos, no lo veo negativo. Si no que puede ser positivo para conseguir que no aparezca la melancolía. Que ahí sí creo que es cuando tenemos el aspecto negativo.

Pues una persona melancólica sí tiene tintes tristes y puede llegar a situaciones preocupantes si cae profundamente en ella. En cambio un nostálgico puede conseguir sacar fuerzas y rescatar ese aspecto pero actualizándolo.

Siendo quizás ahí donde tenemos que poner el acento y asumir que sí, el ser humano por definición es nostálgico. Y que muchas veces las mejoras aparecen de recoger esas experiencias pasadas pero teniendo la habilidad de introducirlas en la persona que somos en la actualidad.

¿Los consumidores tenemos responsabilidades?

Muy buenas gente chachi. La semana pasada fue muy intensa y aún ando recuperándome. Por ello os reconozco que estaba por anunciar en Twitter que me tomaba la semana de descanso y relax. Pero haciendo limpieza en esa red social de tweets guardados, me he topado con uno que prometí tratar en mi regreso por el blog. Así que hago un esfuerzo y os comparto esta reflexión.

Cuando empezamos 2022…

Hubo un hilo muy polémico sobre los envíos de libros. Abrió el melón una editorial y como algunos de vosotros sabéis, en 2015 autopubliqué un manual sobre agapornis. Al decantarme por este formato ha hecho que el tema de logística de libros la conozca muy bien. Con lo que decidí dar mi opinión en el siguiente hilo.

Y al final de este hilo, Sobre libros y más me animó a escribir sobre la responsabilidad que tenemos como consumidores de esa situación. Así que procedo a desarrollar la idea. Y me disculpo de antemano si el tema cómo lo trato no era exactamente lo que pedía la persona que ha inspirado esta entrada.

Nos hemos vendido a las grandes empresas

En ese hilo, terminaba comentando que aunque es cierto que Correos tiene sus fallos y últimamente da muchos quebraderos de cabeza, considero que tiene también esa situación porque los consumidores hemos contribuido a ello.

Hemos dejado de valorar el tener un servicio de calidad y respetuoso, por el mundo del consumismo que nos acompaña actualmente. Nos hemos vendido a la comodidad de grandes compañías como Amazon, antes que apoyar a los pequeños emprendedores.

Y es que aunque nos realicen publicidades donde nos vendan que estas empresas los apoyan, lo cierto es que no es así. Con mi libro estuve mirando de incluirlo ahí y las comisiones y problemas a la hora de encontrar los puntos de encuentros eran tan vario pintos, que el beneficio no era real.

Pero claro, la gente no lo quería comprar si no estaba en Amazon. Así que tuve que encontrar una fórmula intermedia, y es autorizar a la editorial con la que autopubliqué que pueda realizar pedidos bajo demanda. Y que sea por su canal donde está disponible mi obra en ese gigante tecnológico.

Por si os lo preguntáis, sigue sin salir a cuenta y cada vez que un lector me dice que tiene el libro por esa vía, solo me reporta saber que mi obra será leída por una persona más. Pero a nivel empresarial, los únicos que sacan beneficio es Amazon y la editorial.

Cerrar la puerta a los pequeños

Un hecho que en el sector de la cultura creo que hacemos más daño que bien. Las personas que entramos en la categoría de independientes nos castiga a tener que asumir estas actividades como hobby. Porque las grandes editoriales o empresas culturales ya no invierten ni apuestan por noveles. Con la fiebre de los influencers, sale más a cuenta crear un libro sobre una figura de ese bloque a de verdad, darle una oportunidad a un fantástico escritor que tiene mucho que ofrecer.

Y teniendo solo los canales de Amazon o similares, la visibilidad es nula. Así que o vas regalando libros con la esperanza que llegue a alguien que te puede ayudar a dar esa visibilidad para dar el salto, o tienes que enfocarte a publicar en plataformas literarias gratuitas. O de pago social en el mejor de los casos.

Si te llena mucho y es un hobby mira, lo puedes tomar que en vez de que la obra solo la disfrutes tú y la gente cercana, ponerla a disposición de quién quiera darte una oportunidad. Pero son muchas horas las que se dedican y en algunos casos como fue el mío, una formación que barata precisamente no fue.

Y lo siento pero en estos segundos casos, pretender que se ofrezca gratuitamente no es asumible. Porque realmente es un trabajo y por ello, debería de ver sus frutos a nivel económico.

Así que a la pregunta que da título al escrito de esta semana: sí, los consumidores tenemos mucha parte de culpa de que ciertas situaciones se estén viviendo. Y tenemos en nuestras manos poder hacer algo porque cuando cambiamos los hábitos, las empresas o se adaptan a nosotros, o dejan de funcionar.

Las cosas llegan…

¡Buenas gente chachi! Primero de todo, me disculpo porque la entrada de esta semana la estoy publicando en miércoles y no en martes. Que hayamos tenido un puente me ha afectado al no coger el ordenador el lunes, que es cuando reviso y programo toda la actividad de la semana.

Y como la semana que viene es mi cumpleaños, os aviso que me la tomaré de descanso. Pues suelen ser unos días que tengo bastante disidía y en esta ocasión no quiero luchar. Si no que los voy a aceptar.

Hecha esta introducción, ya me centro en el tema del día. Puede que alguno de vosotros os sorprenda que no hable de Sant Jordi o el día del libro que será este sábado. Pero como ya dije un tiempo atrás, es una jornada que para mi ha perdido la magia con la que lo vivía. Así que he preferido enfocar una reflexión más personal a lo que últimamente estoy viviendo.

… cuando menos te lo esperas

Y es que… ¿no tenéis la sensación que las cosas llegan cuando menos intención le das? Es un hecho que he visto a lo largo de mi vida. Y me atrevería a decir que cuando las descartas y no las esperas ya, te dan la sorpresa.

La vivencia más cercana que tengo es el resultado de una de las pruebas que recientemente he realizado. Fue una jornada dura y que viendo las valoraciones que iba recibiendo, tenía la sensación que no la había superado. Que era un intento fallido.

Así que este mes de abril me lo he tomado para recuperarme de esa experiencia y tener un tiempo de reflexión. De ver cómo enfocar lo que queda de año 2022 y las metas que me voy a plantear. Pues están llegando nuevas propuestas y toca decidir cuál de los caminos seguir.

Bien, pues sorprendentemente he conseguido superar esta primera fase. Y ahora llegan aires que me hacen tener esperanza y pensar que este cartucho aún es viable. Pero, ¿sabéis qué? Os lo comparto porque ha llegado todo esto justo cuando había tirado la toalla.

Como si fuera un capricho del destino que me pusiera a prueba hasta dónde soy firme emocionalmente. Y cuando llego al límite y voy a explotar, da una tregua.

Parece que la segunda fase será rápida y os podré informar al fin de cómo quedará mi actividad digital. Por el momento me despido y nos vemos el primer martes de mayo.

Hedwig Kudo

Los tabús de antaño, vigentes

Buenas gente chachi. La entrada que os traigo hoy posiblemente hubiera estado mejor y tenido más repercusión para el 8M. Pero andaba desconectada como sabéis y también tengo que deciros que he tenido dudas. O mejor dicho, las sigo teniendo. Pero si quiero que las cosas vayan cambiando, por algún sitio hay que empezar, ¿no?

La vergüenza femenina

Esta entrada la propició una experiencia que viví hace ya un tiempo. Estaba trabajando y hasta que no se fueron todos los compañeros masculinos, una compañera no se atrevió a comentar si alguna tenía compresas porque sin aviso le había llegado el periodo. No sabéis lo mal que me hizo sentir que aguantara todo ese rato con esa angustia y que a pesar de ser todas féminas, se notaba la incomodidad y vergüenza que tenía sobre el asunto.

Un hecho, que no debería ser así. Es algo normal, biológico y que por tanto, la sociedad no debería de transmitir esas emociones a la mitad de su especie. Y por ello, que a día de hoy estas cuestiones aún sigan siendo un tabú, es algo que me indigna y me preocupa. Porque mucho feminismo, igualdad y demás cosas, pero a la mujer se le sigue educando y criando con cadenas de culpabilidad.

Y veo que no mejora porque en uno de los últimos viajes con amigas que hice antes de la pandemia, también viví algo similar. Preocupándome más porque por edad todas éramos mujeres jóvenes y que por tanto esas cadenas las deberíamos de haber evitado y tener más libertad.

La cultura se hace necesaria

Por este hecho, me alegra y aunque otras personas no lo compartan, sí creo que la cultura debe ser una aliada para retirar estos tabúes. Uno de los más recientes es la película de Pixar, Red. Un film que está enfocado a compartir el proceso de la pubertad y que los que vivimos esa etapa en los años 2000, nos hace tener nostalgia al recordar elementos de aquella época.

Pero lo más criticado es que Pixar se atreve a mencionar la menstruación. Un hecho que a muchas personas les ha ofendido y lo ven impropias para una película para niños. Cosa que para nada es así. Primero que la referencia se hace con respeto y segundo que como ja he dicho unas líneas por arriba: es un hecho que aunque no les guste, muchas de las niñas en poco tiempo lo van a vivir. Así que… ¿por qué no normalizar estas cuestiones?

La otra serie que considero que realiza un buen trabajo en retirar tabúes, es The Bold Type. Esta serie al estar enfocada a un público más adulto, nos encontramos las cuestiones que a partir de las veinteañeras nos toca vivir.

Una mirada como mujer

Siendo el fuerte de The Bold Type, el ofrecernos el mundo a los ojos de las mujeres. No os negaré que a mí misma ver algunas cuestiones y enfoques de los personajes femeninos de esa serie me han ayudado a tener más seguridad y tener una visión de mi como mujer muy diferente.

Y precisamente viendo que lo que muchas veces falla es que el mundo se ha hecho con una visión competitiva y muy masculina, creo que proyectos de este estilo o al menos que se note un tacto que diferencie a lo que hasta ahora hemos tenido, es muy necesario.

Porque cómo he dicho al principio: si queremos que las niñas de ahora se sientan orgullosas de ser mujeres y que puedan mostrar todo su potencial, tenemos que trabajar en que estos tabús desaparezcan de una vez por todas.

Resumiendo estos dos años

Buenas gente chachi. El pasado mes de marzo empecé ha realizar actividades que me empezaron a recordar la vida antes de que llegara el 2020. Y viendo que a nivel general ya parece que la sociedad considera que es un periodo superado y que se va acercando el vivir de nuevo en el mundo que conocíamos antes de esa fecha, me apetece realizar con vosotros el análisis de estos dos últimos años.

Unos años difíciles para la comunicación

El aspecto más afectado en este periodo sin lugar a dudas ha sido la comunicación. Ya sea si hablamos de medios de comunicación / información, como si nos metemos al nivel personal, no podemos negar que todos hemos tenido afectaciones.

Y es que aunque nos vendan que gracias al nivel que tiene la tecnología se ha podido suavizar las consecuencias, yo no lo veo así. El sentimiento de soledad ha sido fuerte y hablando con conocidos y amigos, reconocen que han habido situaciones que han ocultado a sus seres queridos para no preocupar. Pues tampoco hubieran podido hacer nada al respecto.

A nivel informativo, sin lugar a dudas podemos decir que ha sido el periodo de mayor desinformación vivido en la era actual. Bulos, contradicciones y en algunas fases un nivel de adoctrinamiento que cuando lo viví me horrorizó hasta tal punto, que a día de hoy como sabéis ando con un paso atrás en las redes sociales. Pues aunque es cierto que vuelvo a notar los aires que me gustaban y me hacía disfrutar de esos espacios, no puedo olvidarme que en cualquier momento pueden volver a utilizarse de una forma tan tóxica, que me repele.

Haciendo por tanto que el único factor que veo que sí se ha beneficiado es el laboral. Ha permitido que de una vez las empresas y organizaciones hayan tenido que afrontar cuestiones como el teletrabajo o tener que actualizar de una vez sus funcionamientos internos. Tiene también sus puntos oscuros, pero en esta ocasión permitirme que no me meta en ese charco.

La creación de una sociedad con miedo

Recuerdo que los primeros días y semanas, había el mantra de que de esta situación saldríamos bien y fuertes. Que ilusos fuimos. Desde el principio mediante los medios de comunicación nos inculcaron pavor. Hasta un extremo que como ya he dicho en otro párrafo, tensionaron a un extremo insano las relaciones y comunicaciones personales.

Y en la situación actual, observo que mucho del dolor que se creía superado, ha vuelto para muchos. Yo misma he visto que algunas inseguridades que había trabajado y superado con éxito, han regresado y me toca volver a aplicar las herramientas de antaño.

Siendo lo verdaderamente preocupante lo que a nivel global significan estás cuestiones. Pues aunque enfoquemos lo que ahora mismo acompaña la situación actual a nivel de intereses económicos, tampoco debemos olvidar que ese sentimiento de debilidad y miedo a no tener, empuja también a tomar estas decisiones.

¿Qué nos depara el futuro?

Es sin duda la pregunta que a muchos os puede estar acompañando. Porque no hay ningún segundo de tranquilidad que te permita vivir la vida simplemente para disfrutar. Todo el rato se debe estar alerta y preparado en que lo que quizás planeaste, no va a llegar.

Y sí, es por ello que al menos para mi, ahora mismo es más desgaste que los anteriores dos años juntos. Entre que vamos ya sin fuerza y que la ansiedad acumulada empieza a ser ya preocupante, creo poder decir que ya estamos al límite y que se necesita ya un periodo de descanso. Y que de no llegar, las consecuencias las lamentaremos.

Tiempos de incertidumbre

Muy buenas gente chachi. Primero de todo, me quiero disculpar porque en la última entrada del 2021, os comenté que volvería a escribir por este blog en febrero. Y como podéis observar, es un mes después a lo comentado. E incluso realmente no debería de volver, pues mis planes era aparecer por este blog con decisiones tomadas que a día de hoy, aún siguen en el aire. Pero sentía que tenía que manifestarme ya por este espacio y por ello, os voy a hacer un resumen de estos tres primeros meses y lo que sí ya está decidido.

La vida va más lenta de lo que planeas

El motivo por el cuál no he aparecido en febrero, es porque pensaba que ciertos eventos que sucederían entonces estarían claros y podría tomar una decisión tras haberlos vivido. Pero no ha sido así. A día de hoy siguen en el aire y por lo que he visto me faltan meses para poder saber el resultado final. Y sin esa resolución, no puedo cerrar ninguno de los caminos, pues no me gusta perderme ocasiones.

A todo esto, salió otro examen para el 19 de marzo. Motivo por lo que aunque el proceso de febrero lo había finalizado, la fase de centrarse en los estudios continuaba y tenía que posponer la vuelta al blog hasta hoy.

Este segundo examen por suerte sabré antes los resultados. Lo que me hará quitarme un poco las incertidumbres que me acompañan en los últimos meses y entonces ya podemos ofrecer la entrada que en febrero me hubiera gustado ofreceros.

Ya es seguro…

Lo que ahora sí os puedo compartir, es que en este primer trimestre he decidido finalizar mi etapa de podcast y he empezado a retirar mi presencia en el mundo digital. Con podcast me refiero tanto al proyecto de Aloha Onda como Capitana Podcast. Y, ¿ por qué he decidido realizar esta acción?

Por un lado, Aloha Onda sufrió problemas como os comenté en su momento. Inicialmente me dijeron que debería ser el servidor, pero al final cuando migramos a uno más seguro…. se confirmó que el problema era la plantilla con la cuál estaba realizada la plataforma. Así que tocaba empezar de 0 totalmente y sin presupuesto para contratar de nuevo a un diseñador, con lo que el trabajo recaía totalmente en mi persona.

En otra ocasión hubiera tenido ilusión, ganas y hubiera tirado para adelante. Pero ahora mismo, no estoy en ese estado anímico ni de fuerzas. Ponerme delante del ordenador a configurar y diseñar la web, me creaba mucha ansiedad. Además de sentir que era una tontería porque con el nuevo servidor, los audios de los programas no podían estar alojados en él. Así que teníamos que pasar de una plataforma podcast a un medio más de difusión de programas de este formato. Y para ello, ya existía Capitana Podcast.

Mientras en el caso de Capitana Podcast, lo que más ha pesado es la obsolescencia de mi ordenador. Con la caducidad de los protocolos de seguridad para acceder a internet, he terminado teniendo un bonito ordenador local para escribir o estudiar, pero ineficaz para la creación de podcast. Estuve un mes con memorias extraíbles descargando y moviendo los archivos entre los ordenadores que dispongo y me quedó claro que no era una vía.

Utilizar el ordenador con el que estoy escribiendo y publicando esta entrada, es inviable utilizarlo para la edición y grabación por su potencia. Así que solo me quedaba dejar el proyecto en hibernación hasta que pudiera comprarme un nuevo ordenador, o tomar la dura decisión de cerrarlo. Ganó la segunda porque para conseguir la meta de un nuevo ordenador, implica conseguir un trabajo como el que he tenido en los últimos seis meses del 2021.

Trabajo que quita horas de tiempo libre y cansa mucho. Y lo siento, pero la actividad de los podcast asumirla como hobby e invirtiendo horas de descanso o entretenimiento, no estoy dispuesta a asumirlo. Estoy en un momento que prefiero pasear o recargar pilas, a crear o estar en las redes sociales. No necesito demostrar a nadie quién soy o qué pienso. Solo quiero vivir.

Y con este punto, llegamos a la desaparición en el entorno digital. De momento por haber dejado los podcast, he borrado todos mis perfiles de creadora de contenidos digitales. Eso quiere decir que he dejado de estar en Ko-fi y en webs/herramientas de seguimiento de métricas. Mientras que de Aloha Onda y Capitana Podcast de momento he borrado toda la presencia en la red Meta. Vamos, que ya no podéis encontrar las fan page de Facebook ni las cuenta de Instagram. Por el momento siguen las de Twitter que no descarto en unos meses también cerrarlas. De momento ha ganado no perjudicar a las personas que confiaron en esos proyectos y no pierdan seguidores en sus cuentas.

A nivel personal de momento he borrado mi cuenta de Facebook. Con lo que si me teníais por ahí ahora ya sabéis que no os he bloqueado ni ninguna historia rara. Simplemente ya no estoy en ese espacio. Y estoy en estudio de qué hacer con Twitter e Instagram.

¿Y el blog?

Muy bien, os he contado todo este rollo pero si estáis por aquí, es porque os gusta lo que comparto por este espacio. Y no he dicho aún nada al respecto. Eso es porque…. es precisamente la pieza que está totalmente en el aire. Por un lado es un proyecto fácil de actualizar y que no me quita tiempo cuando estoy trabajando, con lo que es un hobby asumible.

Pero por otro lado al estar despegándome de las redes sociales, siento que se me acaban los temas que tratar. Ya con los dos años que hemos tenido que vivir he analizado que tampoco he tratado mucha variedad de temas. Y que casi siempre las reflexiones giran alrededor de las mismas cuestiones.

Así que… ¿vale la pena seguir? ¿O es mejor cerrar esta etapa también? Es una cuestión que aún no soy capaz de contestar y por ello, de momento voy a seguir. Ahora que ya al fin tengo un periodo largo de descanso de estudio hasta que llegan los resultados de los dos exámenes, voy a intentar pasar por aquí una vez a la semana.

Intentaré que como antiguamente, sea el martes por la tarde cuando salga la entrada nueva. Gracias a todos los que habéis llegado hasta el final de esta entrada y si además seguíais mi actividad de los podcast: otro gracias por haberme acompañado en estos tres años.

Despidiendo 2021

Muy buenas gente chachi. He estado pensando a fondo y finalmente me he decantado que esta semana sea la última entrada del 2021. ¿El motivo? La que viene ya empiezan las fiestas navideñas y suele ser un periodo que los blogs y podcast siempre han demostrado que pierden audiencia. Así que prefiero invertir el tiempo en otros menesteres que sí van a darme resultados a largo plazo. Y ya reencontrarme con vosotros en 2022.

Como cada año realizo, voy a analizar las sensaciones que he tenido e ir ordenando mis ideas para este 2022. Y aprovecho para comentaros que mi idea es volver a publicar por el blog a partir de febrero. Ya que en enero la previsión es tener varios asuntos que afrontar y no creo tener tiempo suficiente para realizar las entradas con la calidad que os merecéis.

Un año que ha pasado rápido

Sin duda 2020 podemos considerar que ha sido un año fantasma. En muchos trabajos y actividades han desaparecido de las estadísticas al ser nula la actividad. Por ello a este 2021 se le pedía más movimiento. Y aunque viendo la actividad de algunos de vosotros lo ha cumplido, en mi caso he tenido la misma sensación que en 2020. Al menos en la primera mitad.

Y es que intento recordar el inicio del año y es en blanco. Siendo por tanto para mi peor que el 2020. Pues ese año teníamos la creación de Aloha Onda, estábamos a tope con los programas podcast y al llegar a mi vida las plataformas streaming, me puse al día de todas las series.

Pero 2021 en vez de reactivar, ha sido un estancamiento. El sector de los podcast ha sido una caída hasta el punto que cierro el año analizando profundamente la actividad si seguirla o reenfocar totalmente el proyecto. Es mucho trabajo y la verdad que en estos momentos no siento que ese esfuerzo merezca la pena.

Mientras la otra parte que ha hecho que sienta que ha pasado rápido es que durante seis meses me salió trabajo y ha sido trabajar y casa, casa trabajo. Lo acepté porque Aloha Onda el año que viene tenía que renovar el servidor y para asegurar que podría asumir esos gastos. Pero lo cierto es que esta experiencia al final me han traído enfoques y reflexiones que como veis me ha hecho replantear y que iréis viendo los resultados a medida que lo pueda ir implementando.

Encuentros y nuevas conexiones

Pero la estrella y lo que creo que resume mi 2021 es haber conectado con nuevas personas. Sin duda la gran herida que me ha producido la pandemia ha sido la desconexión. No soy de tener muchos contactos, pero cada poco tiempo tenía la costumbre de reencontrarme con este reducido círculo. Ya fuera porque viajaba o los dos o tres que tengo por Barcelona quedábamos para un café.

Pero la no movilidad me ha retirado esa actividad social. Si a esto le sumamos además que también están habiendo cambios porque mi generación pues ya se está haciendo adulta en el sentido de hijos y responsabilidades, ha sido un cóctel explosivo que me ha hecho sentirme desplazada y que no encajo en esta sociedad.

Esto por suerte en la segunda mitad del año se ha solucionado. He encontrado gente fantástica y que se han creado lazos bonitos y que me invita a tener como propósito para 2022 mantenerlos.

Feliz fiestas

Y para finalizar la entrada, os quiero desear que tengáis unas felices fiestas. Espero que disfrutéis este periodo y deseo que la entrada al 2022 sea magnífica. Y que ya empiece trayendo grandes alegrías a vuestras vidas.

Con estas palabras, me retiro por un tiempo. Portaros bien y nos reencontraremos en febrero del 2022.

Es tan fácil quedar bien

Buenas de nuevo gente chachi. Esta semana he decidido publicar en jueves pues al ser puente en España, he creído que no tendría mucha repercusión si la dejaba para el martes como suele ser habitual. Encima es un tema que me apetece mucho compartir con todos vosotros, así que espero que lo disfrutéis y que si os despierta alguna opinión, me la hagáis llegar e incluso realizar un pequeño debate.

Llegamos al colapso de plataformas streaming

El pasado mes de noviembre, Paramount anunció que iba a dejar de utilizar Netflix para difundir sus contenidos alrededor del mundo. Y que en concreto al continente europeo, sacarían una nueva plataforma streaming para poder ver sus contenidos a partir del 2022.

¿Cuál es el problema? Que este anuncio sucedió un día antes de que se estrenara la cuarta temporada de Star Trek Discovery. Esto nos dejaba que gran parte de la EU no podría ver la serie hasta el año que viene. Lo que provocó un gran enfado por parte de los usuarios que no les gusta ni un pelo los spoilers.

Otro sector donde pusimos el acento es que tanta plataforma es insostenible. Os reconozco que en casa tenemos Netflix por Star Trek y aprovechamos para ver el resto del catálogo. Pero que viendo la división que se está realizando y que para ver todo lo interesante debes estar en mil y un sitios, me llegué a plantear que quizás la vuelta de las descargas ilegales estaba muy cerca. Y me di cuenta que no fui la única que lo pensó pues en Twitter más de uno lo manifestó y en una tertulia friki que realizamos en un desayuno, también estas sensaciones y planteamientos estuvieron encima de la mesa.

Y es que como bien demostró Steve Jobs: nos gusta tener y consumir de forma legal, pero siempre que nos pongan las facilidades. Si hay problemas de precios desorbitados o como os indico una descentralización, la industria audiovisual más que ganar se perjudica a si misma.

Una actitud astuta

Esto se vio rápido y hay que decir que Paramount reaccionó muy rápido. A la semana siguiente realizó un anuncio donde en los países que está disponible Paramount + habilitaba un descuento de la suscripción. Y a los países que no tenemos aún su plataforma streaming, nos permiten ver la serie de forma gratuita.

Para ello, han programado que en Pluto TV se pueda ver el nuevo episodio de la serie Star Trek Discovery los fines de semana. Con ello tenemos la oportunidad de ver el episodio el viernes, sábado o domingo. Siempre a las 21:00 hora española y en su canal llamado Pluto Sci-fi.

La calidad es buena y el handicap negativo que experimentamos es que realiza cortes en su emisión. Son cada cierto tiempo (un episodio tiene entre dos o tres cortes de publicidad de unos tres minutos) y estamos experimentando diferencias en cada una de las semanas. La primera al ser tan repentina la decisión, fueron series y programas que emite este espacio.

No lo vi mal e incluso fue interesante para los que hemos aterrizado por primera vez y no sabemos las licencias que tiene ese espacio. La segunda en cambio al tener ya unas estadísticas sí hemos visto anuncios publicitarios de marcas. Concretamente fueron de coches y no lo revisé, pero me dio la sensación que esos cortes fueron de mayor duración.

No obstante al ser una opción gratuita y que hasta YouTube nos acribilla a publicidad, el balance que realizo a este factor es de asumible.

Pero recapitulo a la cuestión que os planteo en el título. ¿Por qué considero que es una actitud astuta? Pues porque ha sido una manera de neutralizar la piratería muy eficaz. Sabían que la gente no íbamos a esperar y han dado una solución legal y que encima beneficia a todas las partes. A Paramount porque ha hecho visible a esta plataforma que tienen en estos territorios. Y al público porque se siente escuchado y puede disfrutar de la serie como tenía previsto.

Demostrando que las cosas siempre son posibles si hay actitud. Y que puedes dejar un buen sabor de boca y quedar bien con estos posibles clientes que en 2022 tendrán que tomar la decisión de si dar una oportunidad a la nueva plataforma.

Agradecimientos

En casa me han enseñado a respetar las fuentes, así que quiero agradecer a todas las personas que me informaron de que se podría ver Star Trek Discovery de esta manera. Algunos no creo que se enteren por no saber mi faceta blogger, pero por si no fuera así: gracias por informarme en cuando les llegó la noticia de que sí se podría ver en las fechas previstas esta serie.

Fue doble alegría pues ver que pensaron en mi y que no quisieron que me lo perdiera sabiendo que soy seguidora de la serie, me emocionó mucho. Os reconozco que la disfruté y que quizás la serie la vi con más entusiasmo por este factor.

Y en el sector de las redes sociales, el agradecimiento va al podcast Torpedo Rojo. Que fue a quién le vi publicado el tweet de Pluto TV con la noticia en ese espacio.

Dejar espacio para lo nuevo

Muy buenas gente chachi. ¿Cómo va esta semana? Espero de corazón, que bien. Por mi parte mi mente ya está preparada para la siguiente experiencia. Porque ya veo el fin de esta etapa que han ocupado los últimos seis meses. Y cuando llegan estos momentos, podemos tomar una actitud de nervios, ilusión de que pueda extenderse…. o como ha sido mi caso: tranquilidad.

Asumir el presente

Primero, porque aunque es cierto que la he disfrutado mucho y he aprendido… no he cometido el error de otras ocasiones de implicarme. Sé que es un trabajo limitado y he ofrecido lo mejor de mi persona, no malinterpretéis mis palabras. Indico el implicar porque muchas veces cometemos el error de dar todo lo que podemos, incluso de más. Porque inconscientemente, queremos agradar con la esperanza de seguir. Cuando lo cierto es que tal como está el sistema, es una idea no realizable. Y nadie es imprescindible, con lo que no somos figuras claves.

Esta filosofía me ha hecho disfrutar porque he tenido claro que podía poner límites para no quemarme por un lado. Algo que agradezco mucho y me siento muy contenta de poderlo aplicar en esta ocasión.

Y es que no es malo asumir que el presente puede ser finito y no es algo que se alargue en el tiempo. Es más, quizás algunas de las tareas si se me plantearan el tener que realizarlas el resto de mi vida, no me haría ni pizca de gracia el planteamiento.

Además, sé que lo que vendrá a continuación es muy bueno y merece la pena tener más tiempo para poderme implicar en estos nuevos horizontes que se me presentan.

A nivel de personas….

Pero hoy no quería enfocarlo en esa cuestión. Si no que me gustaría que fuera a nivel social. Y es que desde hace unos años, he sufrido la suerte o la desgracia de encontrarme con perfiles interesados. Personas que solo se acercan para sacar provecho y cuando ya no pueden exprimirte más, desaparecen.

O también me he topado con un grupo peor: los que no tienen suficiente cuando sucede esta situación de irse, si no que contaminan a los contactos en común para aislarte. Es algo que me saca de mis casillas porque me recuerda la etapa de bullying y suelo llevarlo muy mal. Pero tengo que reconoceros que en la última experiencia, he podido gestionarlo mejor.

Y es que aunque es cierto que me he quedado sola y las redes sociales las interacciones dan bastante pena con lo que fue, lo veo como una nueva oportunidad. En vez de lamentar, lo tomo como una etapa de tener que abrirme más, visitar nuevos espacios que no suelo estar… y debo decir que es algo que me deja una sensación muy buena.

¿Por qué? Pues porque me permite observar que hay gente no tóxica, que comparte mi visión actual e incluso, ver que quizás lo que se ha ido, no era lo mejor. Vamos, que había que hacer espacio para que lo mejor llegara a nuestras vidas.