Soy friki y no es nada malo

Por si alguno de mis lectores no me sigue en Twitter, os informo que a partir de ahora las entradas se publicarán los jueves. Los martes empiezo a no poder publicar regularmente y de esta manera aseguro poderos ofrecer la periodicidad que os merecéis.

Dicho esto, hoy quiero reflexionar sobre la imagen que nos ha perseguido a los frikis y que de una vez deseo que desaparezca. El pasado sábado fue el Día del Orgullo Friki y como siempre ocurre, algunos medios o espacios nos relacionaron con personas que nada tiene que ver con nosotros.

Los frikis no somos horteras

En un programa de televisión por celebrarse el sábado decidieron realizar un reportaje e invitar a unos supuestos frikis. Digo supuestos porque no eran personas que les gustaran las series / películas / libros de ciencia ficción, fantasía o de otras culturas como las asiáticas. O que les gustara los videojuegos o la tecnología. Es más seguro que les preguntas y no saben nada de la Fuerza o las siglas WoW las relacionan exclusivamente con una onomatopeya.

Invitaron a gente desvergonzada. Personas que por salir en la televisión, venderían su alma al diablo. Y sintiéndolo mucho un friki real no haría nada del estilo. ¿Qué algunos se disfrazan? Sí. Pero es una parte más de jugar y se acerca más a la interpretación, que a ese perfil. Incluso normalmente ese colectivo se disfraza como acto social, porque es una excusa de conectar con otros y solo se hace en eventos o competiciones.

Somos gente culta

Realmente alguien que sea friki es una persona con un nivel alto de cultura. Para mí es la evolución del círculo de intelectuales que se reunían en las cafeterías o ateneos para debatir temas políticos o literarios. Porque aunque sea un simple cómic, despierta una reflexiones que en las tertulianas entre fans los debates que generan no tienen que envidiar nada a los que los grandes filósofos del pasado realizaban.

Luego además en los videojuegos al final despierta la curiosidad del saber y nos aparecen grandes informáticos entre las filas de ese sector. O en la ciencia ficción, permite haber acercado carreras aburridas para los jóvenes como puede ser la física y mantener vivas estas áreas de investigación.

Todo el que estigmatice a las actividades relacionadas con la cultura geek / friki, le invito a entrar en ellas y conocer a sus seguidores. Estoy segura que las conversas que tenga con ellos las disfrutará muchísimo y como me ocurre a mí: le llenen intelectualmente más que en los círculos de académicos.

Ser friki no es una enfermedad

Es una afirmación lógica, pero que en el Orgullo Friki de 2018 descubrí que no todo el mundo pensaba así. Recuerdo que en la publicación para celebrar este acontecimiento se lió muchísimo y empezaron a sacar de contexto una broma que lancé a un troll.

Y es que esa persona sí relacionaba ser friki con una enfermedad. Decía que era malo porque un conocido en los videojuegos en línea se gastaba una cantidad de dinero desorbitado. Y eso no sucede por ser friki.

Esa persona tenía otro problema que ya hubiera sido fiestero, motero o cualquier hobby que me plantéis, habría manifestado la misma conducta. Solo que estaría adaptada al contexto: en vez de gastarlo en complementos para su personaje de videojuego, habría sido con tunear su moto o pulirse todo el dinero en discotecas.

Incluso este asunto lo he visto en amantes de la lectura que no son frikis. Estas personas es entrar en una librería y supone una perdición porque siempre terminan comprando algún libro. Aunque tengan 20 en su estantería de pendientes.

Es un problema social que nos hace sentir un vacío y cada uno con sus gustos, los rellena como puede. A veces como comentamos de una manera insana y que termina generando un problema mucho peor. La cosa es asumirlo, verlo y trabajarlo para que la afición o ocio que nos guste vuelva a ser positivo.

Conclusión

Ser friki no es nada negativo y tenemos que seguir trabajando para que de una vez por todas en nuestro día, no se nos cuelen oportunistas. Personas que hacen daño a este sector que tantas alegrías me ha dado.